La subida de mayor envergadura a estos picos se realiza desde Logibar, entre Larrau y Licq. Dejamos el coche en un aparcamiento tras cruzar un puente de madera. Un indicador nos lleva hacia la izquierda a Saint Engraze. Tomamos el que nos indica a la derecha la pasarela de Holtzarte. Remontando este camino, primero por bosque y luego por terreno despejado, llegamos a la espectacular pasarela. La cruzamos y continuamos remontando el camino por un espectacular bosque de hayas. Tras varias revueltas salimos a una ancha pista transitable. A la derecha indica Larrau. Nosotros continuamos por la izquierda, hacia Olhandibia. Al cabo de un buen rato de llanear en un agradable paseo llegamos al pequeño puente de madera de Olhandibia. NO hay que cruzarlo. Hasta ahora el camino era evidente. A partir de ahora hay que usar todos los sentidos para no perdernos.
Junto al puente, pero sin cruzarlo, vemos una senda que continua paralela al río. No cojerla. Más a la derecha hay que buscar entre los arbustos otra que remonta el bosque y está señalada con cairns y marcas de pintura amarilla. Vamos remontando el bosque, atentos a las señales. En algunos momentos, la senda casi se pierde entre los helechos. Del bosque salimos a unas pendientes herbosas para adetrarnos de nuevo por bosque y helechos. Si conseguimos no perdernos saldremos a un amplio claro, junto a un río, fácilmente reconocible por una formación rocosa en la mitad. Frente a nosotros veremos por vez primera la cresta del Barazea y el Sardeka.
Ahora debemos remontar la ladera de helechos bajo bosque que tenemos a nuestra derecha (si estamos mirando la montaña) hasta salir a terreno despejado. Pasamos junto a una solitaria borda y continuamos subiendo las pesadas laderas hasta llegar a una borda con un establo de cemento. Una pista transitable pasa por detrás. Desde este punto hay que buscar la senda evidente que se encarama a la cresta de la montaña y subirla, primero por su derecha para luego, a media ladera, bordearla por su izquierda hasta llegar al collado anterior a la punta del Barazea. Remontamos la pendiente, pasamos esta cima y llegamos a una arista en la que hay que andar con cierto cuidado para culminar nuestra larga excursión en la cumbre del Sardekagaina.
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